miércoles, 11 de agosto de 2010

Del escepticismo en el Eclecticismo

No por nada, las increibles tertulias sucedidas debajo de la Parra Eclectica, han llegado a los oídos de más de medio planeta. Bajo sus ramas, incontables culturas se congregan, permitiendo que el intercambio de ideas y reflexiones, alcance un eclecticismo totalmente puro y limpio de intención alguna.

Así mismo, se da más naturalmente que los hombres que han depositado su fe en otras filosofias y religiones, al no encontrarse totalmente realizados en ellas, busquen a la Parra en un intento de completarse a si mismos del todo. Es normal entonces que una gran parte de los peregrinos sean expertos en cuestiones de fe y filosofía. Germinando entonces las diferentes reflexiones acerca de las cuestiones básicas
en busca de la Parra,
de la Verdad.

Muchos racionalistas y antropólogos de hoy en día, consideran que las enseñanzas de la Parra o "Viluas", nunca fueron realmente reveladas a los creyentes, sino que en realidad se trata de una manera de legitimizar las distintas conclusiones alcanzadas en las tertulias. Así, la Parra Ecléctica se trataría de solo una Vid más, de inmensas proporciones por supuesto, pero nada más que una vid.

Los que han visto la Parra y por ende la Verdad, no se sienten ofendidos, pues ellos no intentan convencer a los escepticos, ya que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Los creyentes saben que el camino nunca será encontrado, si no se lo esta buscando. Lo que en su conciencia no existe, no podrá nunca ser visto.

Los antiguos romanos ya sabian que la Parra es la verdad. Así, ellos decían "In vitis veritas", en la vida yace la verdad o en la vid yace la verdad. Frase que el pobre Plinio el Viejo, confundió al anotar: In vino veritas,

                                           en el vino yace la verdad

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