jueves, 15 de julio de 2010

Del Noble Vino

El preciado vino de la Parra Eclectica, de un color negro azabache, demuestra en su increible densidad, ser la fuente de vida. Al fin y al cabo, la misma palabra Vida, hace alusión a dicho brebaje.

Dicen que fue Virgilio quien primero lo degustó, en la época de oro del imperio romano, la cual precisamente se daba debido a que el Templo de la Parra Eclectica se encontraba en ese momento en Toscana, donde parecería haber dejado una numerosa prole repartida a traves de los campos de la región. Al entender Virgilio las consecuencias de lo que le acababa de acontecer, decidió bautizar al recien degustado manjar, Vit, lo cual no es nada más que un apócope de la palabra en latín Vita, etimología de la actual Vida. Es así que en nuestros días seguimos llamando Vid a este tipo de plantas en memoria de lo anotado en otra época por Virgilio en el segundo libro de las Geórgicas. Imposible fue para él acaso, describir de alguna manera en su poesía a este vino. En cuanto al no menos importante tema del sabor dijo que: "Es como si cada rincon de mi ser se despertara por primera vez, y en su sabor, siento todas las imagenes de alegria, amor y tristeza que nunca aloje en mi."


 Nadie sabe bien como se desarolla el sagrado vino, ya que los más devotos Acólitos del templo son los únicos dueños del secreto de su manufactura. Solo se sabe de ella que las uvas empleadas, no son desmembradas de la Parra, sino que los Acólitos acarician los frutos uno por uno, y los que están listos para salir, solos lo harán, de la misma manera que cuando un diente ha de caerse lo hará solo.

Inexplicables son acaso, las profundas concatenaciones que la ingesta del vino tiene para el consumidor. El Noble Vino no embriaga a la manera de otras bebidas ralas. Al tomarlo, no es una borrachera común y corriente lo que invade. El Noble Vino modifica directamente al alma..
El embriague de espíritu provoca que el individuo de repente siéntase en comunidad con todo el universo, en unidad con todas las cosas, y parte integral de lo que normalmente considera ajeno. Nadie retoma su antiguo yo, y el efecto final depende mucho del balance emocional y espiritual que la persona tuviera de antemano. El unico efecto del vino es encauzarlas en el camino del cual se desviaban.

Numerosos son los que han probado el vino de la Parra Eclectica y han sido iluminados por dicho elíxir. Resultado de esto el noble vino ha originado a incontables hombres de genio ilimitado a lo largo de la historia. Permitiendo florecer a aquellos que de otra manera hubieran pasado desapercibidos.
Muchos más aun son los que el vino ha restituido a su caminos, y convertido en personas sabias y plenas, ellos han tenido aun la sabiduria mayor, de entender que este mundo ha de vivirse en plenitud, y el tiempo no ser desperdiciado en la fabricación de nimiedades que sobrevivan el paso del tiempo.

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